30 oct 2011

Noviembre


Alguien se murió, te dicen los ecos que algo se murió…
Algo falleció a mitad de la noche, mientras tú dormías y te partías en mitades…

Con voz metalizada, oyes gritos ahogados durante el día… gente que implora la escuches mientras solo piensas y te preguntas una y otra vez  ¿que es precisamente lo que ha muerto?

Te mueres tú a cada rato, te escondes en rincones para no verlo… muriendo tan callado, con paciencia tratas de zurcir tus cadáveres podridos a ver si de tanta muerte surge algo vivo.

Vas juntando tus huellas en bares de humo y podredumbre no queriendo admitir que todos están ya muertos… muertos y enterrados, o incinerados…

En ese funeral tan solo, estas tu dentro de las flores, dentro del rosario. Te ves a ti misma en una caja sin clavos mientras a tu alrededor todos piensan… Esta muerta y ya… era lo mejor, sufría demasiado… tenia el mal de la vida… ahora ya se ha curado…

No volverá a sufrir la vida…
No volverá,
Nada resurge de entre las cenizas de todos tus incendios…
Te has quedado sin besos, sin pan, sin hostias para los ciegos…

Alguien lloro, te dicen tus fantasmas que alguien esta llorando,
No lloran por la muerte, lloran por la vida… lloran la injusticia de tener que quedarse así, tan callados, con todas nuestras rutinas, que sabemos son muertes lentas… lloramos de envidia, de tener que quedarnos agonizando.

Yo lloro de cansancio, de no saber a donde voltear los ojos resecos, mareados de tanto cielo, mientras del otro lado del universo, no hay palabras amigas… no hay un poco de ternura en medio de tanto derrumbe.

Te da pánico, corres a esconderte, para no tener asfixia en medio de toda la gente.
Te da pánico tanta vida mientras desde el otro lado del universo una voz conocida te recuerda… te dice rotundamente:

….Ana espera…

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